La sexología se define como la ciencia que estudia los sexos (sí, en plural), entendiendo por ello el hecho de ser hombres y mujeres. Se hace necesario así, que exista una ciencia que estudie los hombres, las mujeres y sus interacciones. Hacemos hincapié en el plural de “los sexos”, ya que habitualmente la sexología se relaciona con el sexo, en singular, pudiendo entenderlo de tres maneras diferentes:
- El sexo que se tiene: son nuestros genitales los que lo definen.
- El sexo que se hace: conocido también como la erótica, es decir, la gran multitud de expresiones y prácticas que podemos realizar de manera individual y/o compartida con otra persona.
- El sexo que se es: es nuestro cerebro el que hace que nos sintamos hombres o mujeres. No siempre se corresponde con lo que dicen nuestros genitales. Las dos primeras concepciones de “sexo” no tienen sentido alguno sin esta última, ya que no se puede “tener” ni “hacer” sin “ser”.
¿Qué áreas trabaja la sexología?
- La educación sexual. Se trata de proporcionar información desde la promoción de la sexualidad responsable y satisfactoria, basada en el conocimiento científico que nos avala, y adaptada a cada situación y contexto particular. Por ejemplo: charlas en centros educativos, formación para profesionales, talleres para público general...
- La terapia sexológica individual y/o de pareja, en la que se aplican estrategias terapéuticas dirigidas a colaborar con los usuarios para alcanzar una vivencia satisfactoria de la sexualidad propia y/o compartida.
- El asesoramiento o también llamado consejo sexológico. Consiste en la resolución de dudas, inquietudes, curiosidades, etc. cuya respuesta es de carácter breve, sin necesidad de un proceso terapéutico.