La otra mañana, con motivo del día internacional de la mujer trabajadora fuimos a un acto organizado por Afammer. La Asociación de familias y mujeres del mundo rural de La Rioja. http://www.afammerlarioja.com/portada/ Se trataba principalmente el tema de la conciliación laboral con la vida familiar y personal, siendo el título de la jornada “Conciliar: Un reto de todxs”
Estos días, el tema está dando mucho de qué hablar en diversas redes sociales a raiz del programa del pasado domingo de “Salvados”, en la Sexta, ya que quedó en evidencia lo que muchas y muchos ya sabíamos de antemano: la falta de implicación en materia de conciliación tanto del gobierno como de las empresas privadas.
Siendo mujer, emprendedora y madre, estoy viviendo en primera persona las dificultades que existen en cuanto a la conciliación, no solo de la vida familiar-laboral, sino también la vida personal. Existe, incluso un esfuerzo tan grande para conciliar las esferas familiar y laboral que a veces, la parcela personal se pierde por el camino y, a pesar de mi reducido tiempo para las divagaciones mentales, aquella mañana por fin tenía un rato para reflexionar sobre este hecho que ha estado pasando, pasa y seguirá pasando en las vidas de tantas mujeres y hombres.
¿Es posible la conciliación laboral-familiar-personal? Personalmente diría que es posible en casos muy concretos, en determinados trabajos, en casos en los que exista una red de apoyo importante y una pareja corresponsable, como explicaba aquella mañana María Matute, creadora de la empresa El balcón de Mateo (http://www.elbalcondemateo.es/) en su turno de palabra. A esto añadiría dinero, suerte y la auto-imposición de prescindibilidad. El hecho de sentir que cuando nosotra/os no estamos, el mundo no se para, sigue su curso y todo va bien. Pero a pesar de estos casos concretos creo que no existe la conciliación. Compatibilizar un trabajo con la crianza (con una crianza involucrada y activa), a día de hoy es duro e implica renuncias, presiones y un querer abarcar más cosas de las que en realidad se puede, dada la condición limitada del ser humano.
Mientras Carmen Sabater hablaba de las principales dificultades y soluciones con respecto a este tema en su ponencia bajo el título “Conciliar la vida familiar y laboral ¿Un derecho de todos?” Mencionaba algún aspecto interesante para estas reflexiones. Por un lado, las dificultades que también encuentran muchos hombres a la hora de la conciliación laboral-familiar-personal. El reducido permiso de paternidad (2 semanas) o las reducciones de jornadas en hombres, situaciones en las que a veces se encuentran con la desconfianza de las empresas sobre si lo que realizarán en esos persmisos serán labores de corresponsabilidad en el cuidado del bebé o bien dedicarán ese tiempo a asuntos personales y/o de ocio. Un enfoque totalmente desafortunado y excluyente del papel que, como parte del sistema de crianza, puede poseer un varón.
Si bien es difícil conciliar las esferas laborales-personales y familiares cuando no se tienen descendientes, con la llegada de un bebé y la crianza de los años siguientes se vuelve un asunto muy complicado tanto en el plano físico como en el psicológico y personal. Luego ,ves cómo en paises como Suecia la conciliación es posible y sientes rabia e impotencia por tener que vivir en un pais donde es más importante el trabajo que las personas, cuando sin personas no es posible el trabajo.
Lo que está claro es que estamos a años luz de conseguir hacer de la conciliación laboral-familiar-personal una realidad.