“ Sexo. 15 beneficios para su salud”, “Beneficios para la salud de hacer el amor todos los días”, “Por qué deberías masturbarte a diario”, “10 beneficios para tu salud de hacer el amor”, “Beneficios del semen para las mujeres”, “los mejores trucos sexuales para volver loca a tu chica”, “Cómo volver loco a un hombre en la cama”, y así podríamos seguir con más y más titulares de internet que son compartidos a diario, lamentablemente, como si de información valiosa se tratara.
Qué fatiga me da leer todo este batiburrillo de mala información que genera tantos líos en los juegos de hombres y mujeres. Pasamos de una sociedad que repudiaba lo erótico a una vida impregnada de una doble moral que, por un lado realiza una prescripción del mal llamado “Sexo” (lo que se hace con los genitales, además, para rizar el rizo, entre una pareja heterosexual) y por otro, empapa las cabezas con un aluvión de ideas negativas cargadas de peligros, miedos, ascos y repudios sobre todo lo que tiene que ver con los placeres de la carne y con la carne misma en muchas ocasiones.
Tener prácticas es obligatorio, eso sí, prácticas genitales, principalmente el coito y como mucho algún cunnilingus o alguna felación (como variedad, si acaso el kamasutra, que da mucho juego con todo el tema de las penetraciones) Además, debes llegar siempre al orgasmo. ¡Ay de ti si no lo haces! La SCOS (Secta del Coito Orgásmico Simultáneo) está alerta para problematizar tus relaciones eróticas. Nunca, nunca, nunca debes parar el juego una vez empezado, menos aún si eres mujer. Eso es de “calentonas” y “guarras”. Si eres hombre tampoco te libras ¿Es que no das la talla? ¡Aguanta como puedas, aunque no disfrutes! El otro día un alumno nos explicaba que la Viagra se tomaba cuando “Te acuestas con alguna que no te gusta y tienes que hacer el esfuerzo” Creo que la frase no necesita más explicaciones. A su vez, alumnas nos cuentan que cuando tienes novio, “tienes que dejarle hacer lo que quiera con tu cuerpo aunque no te apetezca”. (Luego se leen estos artículos y se remata la faena).
Y ante todas estas cosas me siento y reflexiono. ¡Qué forma de fastidiar el juego! ¡Qué manera de sistematizar lo que es diverso y que, además, no puede no serlo (ya que cada persona es única y eso abre un abanico infinito de gustos, diversidades y peculiaridades eróticas y hedónicas) Que lío más grande el mezclar la salud con el placer prescrito, patologizar la ausencia o presencia de determinadas prácticas, reducir, reducir y volver a reducir lo sexual a lo genital y olvidarnos de lo que es el sexo en realidad y de lo que es lo erótico en particular.
Y es que tener sexo (ser hombre o mujer con toda su variedad existencial) es beneficioso para la salud. Principalmente te hace estar vivo. Para lo demás, olvida estos artículos, vive tu cuerpo y tu placer como desees hacerlo y disfruta.