Hoy no solamente es un día en el calendario. Es un día en el que la visibilización, la reivindicación y la lucha son el denominador común en numerosos lugares del mundo.
El 17 de mayo de 1990, se eliminó la homosexualidad del listado de enfermedades mentales por parte de la Organización Mundial de la Salud, de ahí que se eligiera esa fecha como el Día contra la LGTBIfobia.
Hoy en día, está claro que cualquiera de las iniciales del colectivo LGTBI no es sinónimo de enfermedad. Aun así, siguen existiendo miles, millones de personas, que lo patologizan día a día con chistes, series, comentarios, políticas, legislación…
Somos analfabetos emocionalmente hablando. La empatía es una asignatura pendiente que suspendemos sin parar. ¿En qué momento hemos dejado de percibir el dolor en la persona que tenemos al lado? ¿Cuándo se ha comenzado a ser inmune al sufrimiento ajeno? En nuestras actuaciones en los centros educativos, nos preguntamos en qué momento se pasa de observar todo lo que nos rodea con naturalidad y respeto, tal y como sucede habitualmente en edades tempranas, a comenzar a rechazar todo aquello que es diferente.
Tenemos una visión hermética y limitada sobre nuestro alrededor. Concebimos las distintas manifestaciones relacionadas con la identidad y la orientación de una manera muy reduccionista. En nuestro imaginario, no contemplamos la diversidad. Y es ahí donde hay que actuar. En el momento en el que hay una agresión, llegamos tarde. Hay que adelantarse a los acontecimientos y atacar a la raíz del problema. Si nos esmeráramos más en educar en diversidad, la historia cambiaría. Y no solamente en diversidad de orientación e identidad. En diversidad de cuerpos, de formas de ser, de pensamiento, de orientaciones e identidades, de maneras de relacionarnos con el mundo, de gustos… Si ampliáramos ese círculo, jugaríamos todxs. Nos sentiríamos identificadxs todxs. Y la diferencia no sería la chispa que enciende la llama del odio, del acoso, de la marginación y de las agresiones.
Cultivar el valor de las diferencias es trabajo de todxs porque, ser diferente, es la norma y no la excepción.
Hoy, en la Plaza del Mercado, en Logroño a las 20 h.
Marea Arcoiris organiza concentración, mesa informativa y besada LGTBI+.
“No hace falta ser la causa para defender la causa”
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